Mi Destino
Hay muchas veces que haces una parada en tu vida o la vida
te pide que pares y mires a tu alrededor.
En muchas ocasiones no sabemos porque toda gira a una
velocidad inverosímil.
Muchas veces no sabemos ni porque paramos, pero tienes que
parar. Como un tren, que puede descarrilar por toda la carga que lleva.
Hace unos meses la vida me dio un giro total y la verdad que
no entendía porque, puesto que de la situación que venía, mi vida quedo parada
sin respuesta, solo veía que caía aun vacío que no tenia fin. Solo veía a mi alrededor
personas que intentaban ayudarme, pero yo estaba tan metida en ese hoyo, en ese
vacío, que no quería o no sentía escuchar.
Empecé a hacer una reflexión de mi vida. Todos mis recuerdos
pasaban como una película y llegaba al momento más terrorífico y difícil, pero
no sabia porque la vida me llevaba ahí.
Solo deseaba despertar cada mañana y decir: “Esto ha sido un
sueño”, pero no, seguía ahí y no quería levantarme, solo quería que no existiera,
pero había un motivo por el que, si tenía que levantar, aunque estuviera sin
fuerzas, porque aunque yo no quería ni existir, mis motivos seguían ahí.
Continué en mis momentos de soledad pensando porque a mí, porque
estaba pasando en mi vida, que había hecho yo para que la vida haya decidido
darme esto.
Pasaban las semanas y cada día veía todo mas oscuro, una habitación
sin luz era más luminosa que donde yo me sentía. Pasaba los días llorando a
escondidas, sin ganas de nada. No podía soportar que a ”mis motivos” no les
estaba dando lo que ellos se merecían, pero, aunque quisiera sonreír por ellos,
no podía.
Mi gente me recomendó que empezara ha hablar con
profesionales para que me ayudaran, yo me negaba, no quería ver la realidad de
todo y seguir pensando que yo era la culpable de todo, pero, aunque mi gente
quisiera consolarme no había consuelo. Pero cogí el teléfono y llame… me
acuerdo esos tonos para decir “Necesito Ayuda”. Yo que soy una persona que no
pido ayuda para nada.
Hacía unos meses que había pasado por un momento muy duro
porque a mi Héroe, que es mi Padre, le habían diagnosticado una enfermedad grave
y estaba muy delicado. No me sentía con fuerzas porque mi padre es todo mi mundo,
lo admiro, es una parte de mi y sin él yo no soy nada.
Solo quería que mi padre estuviera bien. Al final lo
operaron y todo salió genial y poco a poco me estaba animando de verlo como iba
avanzando. Pero de repente vino mi nube negra, tras el año que todos los españoles
habíamos pasado con el COVID.
El teléfono sonaba y una chica muy amable me dijo que quería,
le comenté que necesitaba empezar una terapia con el doctor y me dio cita para
el primer día. Pase una semana muy nerviosa porque no sabia que tenía que decir
o explicar sobre lo que estaba sucediendo.
Llego el día.
Por tema del COVID hicimos una videollamada por una
plataforma, me presente y él me hizo preguntas. Las primeras semanas eran muy difíciles,
muy emotivas, terminaba cada sesión llorando muy agobiada. Pero luego durante
la semana la pasaba reflexionando con las sesiones. Solo deseaba que llegara el
día para poder desahogarme y poder contar mis emociones.
En un próximo post os
desvelaré que fue el motivo por el que estoy así.
Muchas gracias y os espero en un nuevo post.
Comentarios
Publicar un comentario